La Grulla Común es un ave de distribución Euroasiática. La población europea está constituida por unos 400.000 individuos que se reproducen desde Alemania hasta Finlandia, algunas parejas lo hacen en pequeño número en Francia, Holanda y Dinamarca y existe un programa de reintroducción de la especie en las Islas Británicas. En España se extinguió como reproductor en la laguna de la Janda en 1954 (BERNIS) que lo hizo la última pareja antes de su desecación.
En otoño dejan sus países de origen para pasar el invierno en otras latitudes, principalmente Francia, España, Portugal, Marruecos y Etiopía. Siendo España el país donde pasan el invierno el mayor contingente de aves, con 260.549 aves censadas en el último censo de enero de 2017 (J. A. Román/Grus-Extremadura).
La Grulla Común ha sido objeto de especial atención para Plácido Rodríguez y Maribel Adrián desde que creasen en 1.986 «La Cañada de los Pájaros«, sobre una antigua gravera en la Puebla del Río (Sevilla). Uno de sus objetivos ha sido volver a crear un núcleo reproductor de esta especie en Doñana.
La Cañada de los Pájaros es la primera experiencia, a nivel privado, en España de restauración y manejo de graveras para convertirla en un humedal pequeño, pero importante por la labor que se realiza y sus líneas de trabajo.
Entre éstas cabe destacar la Educación medioambiental y los Programas de Reproducción de Especies, centrados especialmente en las especies catalogadas “en peligro de Extinción” (algunas en estado crítico) como son la Focha Cornuda (Fulica cristata), la Cerceta Pardilla (Marmorenetta angustirostris), el Porrón Pardo (Aythya nyroca) o la Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), otras protegidas o en peligro, como la Gaviota Picofina (Larus genei), el Calamón (Porphyrio porphyrio) o la Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), por citar algunas.
Durante el primer año de funcionamiento del centro llegó a este una grulla con ala rota irrecuperable procedente de la marisma del Rocío. Unos dos años después otra grulla herida llegó de las marismas de Jerez de la Frontera, tras recuperarse ambas aves se emparejaron y, con el tiempo (2001), consiguieron reproducirse y nació un pollo, hembra, que fue criado “a mano” y por tanto troquelado. El año siguiente se reprodujeron de nuevo y nacieron dos pollos que también fueron criados “a mano”, pero con la peculiaridad de que se compartió la crianza y el aprendizaje con el pollo nacido la temporada anterior por lo que el contacto con sus cuidadores fue bastante menor y por tanto estuvo menos impregnado del contacto humano. Hasta 8 grullas fueron llegando al centro, que junto a los pollos nacidos de la pareja formaron un pequeño bando. La primera hembra que nació, ya con edad reproductora, se emparejó con un macho de 3 años que había crecido junto a ella y empezaron a abandonar las instalaciones al inicio de la primavera, investigando las zonas habituales de esta especie de antaño, siendo vistas en los llanos de Carmona, la Janda y frente al palacio de Doñana en los Vetones del Burro donde el padre de Plácido observó en 1.920 a la que probablemente fue la última pareja que se reprodujo en Doñana. Cuando regresaron a la Cañada, ya bien entrado el verano, observaron que, por su aspecto, habían criado o al menos lo habían intentado, aunque la abundante presencia del Jabalí y Zorro en Doñana, que predan sobre huevos y pollos, o la excesiva presencia/presión humana cuando se realiza la “saca de las yegüas”, probablemente causaran la desaparición de los pollos nacidos. Decidieron entonces mantener cautiva (2.015 y 2.016) a la pareja para intentar confirmar este hecho, sin embargo la pareja se mostró reacia y no criaron. Por último optaron en 2.017 dejarlas, una vez más, moverse con total libertad, siendo vistas en las marismas del Rocío y en los Vetones del Burro, a consecuencia de ello el pasado día 1 de agosto llegaron al centro con un hijo criado en total libertad y en perfecto estado de salud, este ha sido bautizado como DOÑANA y es la primera reproducción de la especie en libertad en nuestro país en 63 años.
Conviene señalar que estas grullas se mueven libremente y retornan a la Cañada, esta fijación puede ser la clave para conseguir que la población siga creciendo, según nos comenta Plácido, y en otoño se mezclan e interactúan con sus primas europeas que invernan en las marismas, pero cuando estas se marchan ellas se quedan ya que entienden que este es su territorio de reproducción.
La grulla necesita para reproducirse de humedales en buenas condiciones con manchas de vegetación para esconder sus nidos y evitar a los depredadores, por lo que un buen humedal como las marismas del Guadalquivir o lo que fue la Janda en su día constituyen hábitats perfectos para que sigan criando en nuestro país por eso es muy importante conservar estos humedales en las mejores condiciones posibles y evitar su destrucción, transformación agrícola así como la quema indiscriminada de carrizos y eneales que impiden que las grullas y otras especies puedan sacar con tranquilidad a sus polladas.
La recuperación de la Janda es algo muy complicado hoy en día por estar intensamente transformada, aunque se podrían crear pequeños humedales en zonas de escaso interés agrícola como ya se ha hecho en otras localidades como la laguna de la Nava en Palencia que ha conseguido recuperar, con gran esfuerzo, pero con una importante colaboración de los paisanos y administraciones de la zona, de una parte del humedal de lo que en su día fue un importante corredor migratorio para las grullas en la Tierra de Campos.
Durante a primavera de 2016 en la localidad de Arguedas en Navarra una pareja de Grullas permaneció durante toda la temporada de reproducción y es posible que intentasen criar (Jesús Mari Lekuona), también está pendiente de confirmar que en la comarca del Jiloca en Aragón alguna pareja pueda estar haciéndolo desapercibidamente.
Deseamos que el camino iniciado por esta pareja y por sus infatigables cuidadores, pueda recuperar, en el futuro una buena población de aves reproductoras en nuestro país. Agradecemos a Plácido Rodríguez la información facilitada y les damos la enhorabuena por los resultados obtenidos, no solo con las Grullas sino también con el resto de especies que son acogidos en la Cañada, centro que puede ser visitado y donde se aprende mucho de nuestras aves.
La Cañada de los Pájaros fue declarada Reserva Natural Concertada de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en 1.991, estando incluida en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, en el inventario de Zonas Húmedas de Andalucía y en el Inventario Español de Humedales, está dentro de la Red Natura 2000, es zona LIC (Lugar de Interés Comunitario), ZEC/ZEPA y Reserva de la Biosfera. Acreditada también con la CETS (Carta Europea de Turismo Sostenible) con el Espacio Natural Doñana y Punto de Información de este Espacio.
Fotografías de Francisco Jamardo Sánchez
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